miércoles, 7 de septiembre de 2011

El PSOE quiere perder las Generales y derivar su voto desencantado a EQUO



Javier Parra | Director de LA REPÚBLICA

Casi nadie duda en el PSOE que las Elecciones Generales del 20 de Noviembre están más que perdidas. Es más, no sólo están perdidas para el PSOE sino que además sus principales dirigentes no quieren ganarlas. Pero también quieren a Rubalcaba en la oposición con un disimulado y por supuesto controlado discurso izquierdista como el de los meses previos a las elecciones de 2004, con el fin de capitalizar el descontento generalizado y el cabreo ciudadano con el Gobierno (con el siguiente), cuando la crisis capitalista no sólo se agrave, sino que empuje a nuestro país al abismo.
Pero, ¿cómo asegurarse de que la sangría de votos tenga retorno en el futuro? ¿Cómo asegurarse de no se radicalicen las alternativas? ¿Cómo evitar que se hable de acabar con el capitalismo? ¿Cómo evitar que se reivindique la República con más fuerza y más argumentos? La respuesta es tiene un nombre: EQUO.

EQUO no persigue un modelo de sociedad concreto. Sólo se atreve más que a elaborar una serie de propuestas y declaraciones de buenas intenciones. No tienen militancia, sólo cibersimpatizantes con inquietudes políticas – y bienintencionados, por supuesto -, y un sospechoso apoyo mediático: el diario PÚBLICO.

Recordemos que PÚBLICO ha sido durante años, desde su fundación, el órgano de expresión del zapaterismo ilustrado, y sus líneas de acción eran fundamentalmente dos: apoyar al ala “progre” del PSOE y destruir todo lo que haya a su izquierda, mucho más si suena a comunista, lucha de clases y esas cosas.

Pues bien, ante el inminente hundimiento del PSOE en las urnas lo más inteligente es derivar ese voto de manera controlada a un espacio que asegure el retorno futuro. Y lo asegura no sólo porque EQUO es una organización socialdemócrata – en el mejor de los casos – sino porque algunas de sus caras visibles – sobretodo en el País Valenciano – ya tienen experiencia sobrada en el transfuguismo y en el intento de liquidación de la izquierda. Inés Sabanés al menos tuvo la decencia de irse sin el acta de diputada de IU, aunque no todos pueden decir lo mismo.

EQUO es flor de un día, o como mucho de cuatro años. Sea cual sea su resultado electoral sus electores acabarán volviendo al PSOE cuando este adopte un discurso menos rancio, más izquierdista, y cuando quede muy atrás la era Zapatero y sus últimas medidas antisociales.
¿Qué asegurará esto? Que nada cambie. Que el socialismo no sea una opición, y tampoco los sinceros socialistas. Y mucho menos los comunistas.

Lo bueno del asunto es que a pesar de todo ésta es sólo una argumentación puramente electoral, y ahora nos estamos moviendo en otra clave que nada tiene que ver con eso. El capitalismo agoniza y suplica por alguien que lo rescate. Se han dado cuenta hasta algunos multimillonarios que están dispuestos a ayudar, aunque sólo sea para salvar el pescuezo si la crisis sigue demostrando que el capitalismo ya nunca puede volver a ser una opción para una sociedad y que ellos no tienen cabida en ella.
Veremos de qué somos capaces. Veremos de qué es capaz el pueblo español cuando dentro de no tanto tenga el poder real al alcance de la mano.  Veremos.

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